La discriminación racial entre españoles y su
población colonial
La "limpieza de sangre" entre españoles
La
doctrina de la limpieza de sangre, fue un sistema de discriminación
fundamentado sobre el pensamiento de Aristóteles,
que apareció en el siglo XIV en la España de la Edad
moderna. El sistema estableció entre los españoles una diferenciación entre
personas de sangre "pura" y personas a los que se les atribuía tener
la sangre "impura" o "manchada" o "mezclada" con
la población conversa de judíos o moros de España, creándose una diferenciación
entre "cristianos viejos" y "cristianos nuevos".
La
doctrina de la limpieza de sangre se empleó inicialmente para
discriminar a los españoles con ascendencia de judíos o moros y luego para segregar a los
españoles que pretendían asentarse en América. Después de la orden de expulsión
de los judíos, muchos de ellos se convirtieron al catolicismo
para gozar de los mismos derechos que los cristianos.
Fue entonces cuando aparecieron tanto en instituciones del estado como en
corporaciones privadas unos "estatutos de limpieza de sangre", que
establecían la "investigación" genealógica de las personas, con
pretensiones de algún privilegio, con el fin de determinar si las mismas tenían
"sangre" judía, "mora" o hereje, impidiendo en estos casos el ingreso a los colegios,
posiciones militares, monasterios, cabildos y a la Inquisición. En este sentido
se ha dicho que por primera vez en la historia se utilizaban los conceptos
de "raza" y "sangre" como estrategia de discriminación;
los investigadores discrepan sobre el hecho de si existe una conexión entre las
nociones medievales de "raza" y "sangre", que incluían a
los cristianos viejos, con el significado
contemporáneo de dichos términos.
Las "castas" en la población
colonial
Las
"castas" o "cruzas" (mestizos, mulatos, castizos, etc.)
representan las variedades de mezclas entre las tres etnias europea, indígenas
y negros y sus descendientes, sobre la que se creó
una sociedad colonial estratificada. La extensión del cristianismo
de la península fue empleada por el Imperio Español en América como
justificación de la conquista de las antiguas civilizaciones indígenas.
Así en las colonias españolas en América, se
estableció un sistema de estratificación social que estableció roles
y privilegios entre las personas.
El
Imperio Español consideraba que entre los seres humanos un grupo de personas
pertenecían a "razas puras" (blancos, indios y negros) y otros grupos
eran "castas" o "cruzas", como resultado de la concepción
entre personas de diferentes "razas puras". El régimen colonial
buscaba desanimar el mestizaje, desvalorizando a las personas que eran
"cruza" de razas puras.
Dentro
de las "razas puras", la "raza blanca" se regía por normas
distintas a la "raza indígena" y esta a su vez distinta a la
"raza negra", pero a su vez más coercitivas. Dentro de las "razas
puras" también había distinciones con sus hijos nacidos en América, distinguiéndose
de los españoles peninsulares y canarios (nacidos en España) de los españoles
americanos o criollos (hijos de españoles nacidos en América). De modo similar,
el negro nacido en África lo era del negro criollo nacido en América.
.
De
este modo, por ejemplo, el castigo por un mismo delito variaba según la raza o
casta a la que la persona pertenecía.
En
las colonias españolas en América, el mestizaje fue un proceso paradójico,
prohibido y al mismo tiempo masivo. Pese a la prohibición y a las consecuencias
legales negativas, los varones españoles solían mantener relaciones sexuales
irregulares con las indias encomendadas y las esclavas africanas, a la vez que
varones y mujeres indígenas, afroamericanas y mestizos, mantenían relaciones
sexuales entre sí. En muchos casos las "cruzas" se ocultaban y se
registraban a los niños como "criollos". Muchas veces para los indígenas
y negros, el mestizaje era un modo de acceder a una situación social a la que
sus hijos nunca hubieran podido acceder debido a su clasificación racial.
El
sistema de castas pretendió imponer en las colonias de España un orden estratificado,
basado en la fragmentación étnica de la población. En la práctica, se formó una
sociedad caracterizada por una gran separación de una aristocracia blanca
española (peninsular y criolla), y el resto de la población que se relacionó
masivamente mediante matrimonios mixtos, en busca de mejorar su situación
social. Mientras el prejuicio socio-racial de la aristocracia española fue en
aumento, el resto de la población multiplicó las relaciones interétnicas y tendió
a desconocer las rígidas clasificaciones del sistema español de castas, para
ubicarse generalizadamente en la casta de los "mestizos" -donde eran
mayoría-, sin importar cuál hubiera sido la pertenencia étnica de sus
antepasados. De este modo se produjo un proceso de amalgamación de la
población colonial, integrada por tipos humanos relativamente uniformes en
costumbres, ideas y estatus social, hasta hacer colapsar el sistema
de castas colonial en razón del mismo mestizaje.
Las
ideas del racismo existen desde hace tiempo en España se tenía una restricción de
matrimonio entre otras razas si se lo hacían los hijos serian impuros. En el
descubrimiento de América los españoles mezclaron su raza con indígenas a ellos
se les decía criollos. Muchas veces para los indígenas y
negros, el mestizaje era un modo de acceder a una situación social a la que sus
hijos nunca hubieran podido acceder debido a su clasificación racial.
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