La
evolución de la ideología racista en la cultura alemana tuvo su máximo desarrollo con el
movimiento nacional
socialista (nazismo),
liderado por Adolf
Hitler, que obtuvo la
adhesión de una gran parte de la población alemana en las décadas de 1930
y 1940, hasta que colapsó con la derrota de Alemania en la Segunda
Guerra Mundial, en
1945.
El judío internacional (1920), libro del
famoso empresario estadounidense Henry Ford, de gran
influencia en la expansión mundial del racismo y en la ideología nazi.
El
nacional socialismo surgió como una ideología de superioridad de la llamada
"raza blanca" y dentro de ella supremacía de una hipotética
"raza aria", de la cual los alemanes, eran considerados su expresión
más pura en el siglo XX. El racismo nazi estuvo dirigido principalmente contra
las personas de origen judío y en segundo lugar contra las
personas pertenecientes al pueblo gitano. El nazismo obtuvo también fuerte
adhesión fuera de Alemania, en países como Estados Unidos, donde confluyó con el fuerte
desarrollo del racismo estadounidense dirigido especialmente contra la minoría afroamericana; su principal empresario Henry Ford fue seguidor y ardiente difusor de la
ideología nazi entre las personas de habla inglesa.
El
nazismo llegó al gobierno de Alemania en 1933,
cuando el presidente conservador Paul
von Hindenburg lo
designó canciller, cargo equivalente al de primer ministro. Desde ese momento Hitler siguió una
política de avasallamiento de las instituciones democráticas de la llamada República
de Weimar, hasta
instalar una dictadura, que tuvo al racismo como uno de sus
componentes institucionales.
Los
nazis hicieron suyo el concepto de "Großdeutschland", o la Gran
Alemania, y tuvieron como objetivo concentrar en un solo estado (el Tercer
Reich) a todos los individuos de "etnia
alemana" de Europa, aun cuando estuvieran dispersos en
otros países. El racismo fue un aspecto importante de la sociedad y la política
en el Tercer Reich, determinando la persecución y asesinato de los alemanes de
origen judío, y luego de otras minorías étnicas como los gitanos. Los nazis
también combinaron el antisemitismo con su "lucha contra la
ideología comunista" y consideraron que el
movimiento de izquierda así como el capitalismo de mercado eran la labor de una
"conspiración de los judíos", como justificación al exterminio de
dicha etnia. Se refirieron a este así llamado movimiento con la terminología
"revolución judío-bolchvique de subhumanos." [7] Esta clase de
ideas se manifiesta en el desplazamiento, internamiento, y, más tarde, el
exterminio sistemático de un número estimado de 11 millones a 12 millones de
personas En medio de la Segunda
Guerra Mundial,
aproximadamente la mitad de esas víctimas son judíos en lo que es
históricamente recordado como el Holocausto (Shoah), y otro grupo enorme de
100,000-1´000,000 de gitanos, que fueron asesinados en el Porraimos u "holocausto de los gitanos".
Otras víctimas de la persecución nazi incluían comunistas, socialistas,
anarquistas, negros, opositores políticos en general, homosexuales, disidentes
religiosos, clérigos protestantes o católicos que rechazaban la ideología
violenta del régimen, y masones. Por otra parte, existe cierta ironía
en un tema tan delicado como lo es la persecución racista ya que, entre los más
notorios de los nazis, hubo quienes no tenían los rasgos físicos correspondientes
a la raza nórdica; por ejemplo, Hitler era moreno y Goebbels era moreno más bajo de estatura.
Adolf Hitler infundo la idea de la raza
superior en Alemania, su fin fue realizar una guerra donde recluto al a fuerza
millones de judíos ya que él pensaba que era una raza sucia. En los campos de
concentración Adolf Hitler
daba la orden de separar a los hombres, mujeres y niñ@s obligándolos a trabajar
y por ultimo las encerraba en bóvedas y les daba gases letales matado y
enterrando en esos campos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario